lunes, 21 de octubre de 2013

Bajo la lluvia

A veces me paro a propósito
debajo de la lluvia
oigo los gritos de mis padres
diciendo no lo hagas
pero a mí no me importa
lo hago porque no entiendo
el prejuicio de no hacerlo.

Será sucia porque es agua que
antes se evaporó
de distintas fuentes,
algunas más dudosas que otras, pero
todo está incluído,
en este mar de gotas
y me fascina que aún así
se vea transparente
y se sienta transparente.

Lo que no me gusta de la lluvia
es el frío implícito que viene con ella
el mínimo viento
se convierte en la correntada más gélida
y empiezo a rechinar los dientes
porque no sé contenerme
a los cambios de temperatura.

Así de débil soy
mi cuerpo que es lo único físico que me conecta con este mundo
no puede soportar unas gotas de agua,
entonces estoy bajo la lluvia como un desafío personal
como un puedo hacerlo
porque no quiero que me etiqueten de cobarde.

O tal vez me cause gracia la reacción
de la gente común, la gente grande,
que corre despavorida
por esos mismos miedos
que yo trato de enfrentar
que tampoco tiene sentido que los enfrente
porque a nadie le importa.

Al final el agua es agua
aunque me pegotee la ropa
y haga que se pegoteen otras cosas también.

Este agua que no sirve para ser bebida
aunque en un caso de sed extrema
bebería hasta mi propio ser.

Este agua que así y todo me fascina
y le fascina a tanta gente más
que escribe sobre la lluvia y le canta a la lluvia.


Escrito por Pepé, gracias por compartirlo.

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