jueves, 9 de abril de 2015

Salir por la ventana

¿Qué pasaría si de repente tu departamento apareciera en medio del campo?

       Cuando se despertó para ir a la escuela, Josefina miró por la ventana y ante su sorpresa no vio el edificio vecino, sino un inmeso campo verde. Ya no vivía en el 6° piso, sino al raz del suelo. Decidida abrió la ventana, sacó primero un pie y luego, el otro. ¡Ese día ya no tendría que ir a la escuela!
      Sin embargo vio que la escuela también estaba ahí, como el departamento de su amiga Samanta, la casa de sus abuelos y la panadería donde su mamá compraba ese pan negro que cortaba en rodajas para hacer las tostadas.
      ¡Fue un día increíble! Al llegar a la escuela se encontró con sus compañeros pero no tuvieron que entrar al edificio. La directora decidió que ese día se dedicarían a recorrer la ciudad y se rencontrarían a las tres de la tarde para compartir la experiencia.
      Vieron pájaros de todos colores, mojaron sus pies en un arroyo que cruzaba la ciudad, trasformada ahora en un hermoso pueblo. La plaza no tenía las rejas que la rodeaban sino hermosos y frondosos árboles. Vieron mariposas, estudiaron los caminos de las hormigas y se divirtieron con las formas de las nubes. Pudieron ver muchos tipos de flores y comprobar lo que habían visto en los libros. También siguieron cuidadosos a una abeja y desde la distancia conocieron lo que era un panal.
     Al llegar la hora se econtraron todos en la escuela, alumnos y maestros compartían experiencias, charlaban de a grupos  y contaban lo que habían descubierto.
     Finalmente, empezó a atardecer así que todos se fueron yendo a sus casas. Josefina estaba tan contenta, había sido un día fantástico. Entró a su habitación por la ventana, estaba un poco casada por el día lleno de tantas actividades y emociones. Se acostó en la cama a repasar los mejores momentos del día y sin darse cuenta se quedó profundamente dormida.

     

Pd: estoy cursando una materia que se llama Taller de producción y análisis de texto. Nos dieron para leer un libro titulado Gramática de la Fantasía (Introducción al arte de inventar historias)  de Gianni Rodari. Me resulta muy interesante y decidí probar una de las consignas que menciona para que los niños y adultos inventen cuentos. Así que lo que escribí arriba es un juego, es intentar, probar y ver qué sale de mi fantasía.



No hay comentarios:

Publicar un comentario