Mi mente rebusca incansable alternativas y palabras.
Mi mente revive escenas y diálogos.
Y cada día tengo que calmarla (amarla)... Tengo que explicarle que hoy sólo puedo empezar por resolver qué haré para cenar... que hoy es domingo y es el día en que hay que descansar; es el día donde recuperamos energía, donde nadamos en el ritmo propio con más facilidad.
Sé que inevitablemente llegará el lunes... que los nervios, la ansiedad y la desesperación se ablandan exhalando... Inspirando profundamente para volver a exhalar.
Lo que mi Alma viene a decirme es tené paciencia, calma, soltá un problema o una cosa a la vez... cuando la ansiedad por resolverlo todo hoy, se hace presente.
La flexibilidad para escuchar mi cuerpo cuando grita de dolor es más necesaria que la fortaleza para soportar el dolor y enmudecerlo.
Todo va a salir bien, vas a estar bien, cAlma.
Estas fotos las tomé en las inmediaciones de la Escuela de música popular de Avellaneda. Provincia de Buenos Aires, Argentina.
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