viernes, 9 de octubre de 2015

La Señora Premen

Hacer caso a la Señora Premen*, es el comienzo del fin.

Del fin de los dolores angustiosos, sí. Ella nos obliga a cambiar el ritmo y a mandar a paseo aquello que nos está intoxicando (literal). Ocurre que su forma no es la de hadita lozana del Norte. Ella es fea, de risa estridente y verde limón. Y ninguna queremos ser así... ¿no? O quizás sí, o quizás la manera de empezar a ser más auténticas empiece por que nos guste ser menos simpáticas y menos suaves y más directas y más tajantes ante quien no entiende los cambios, ante quien nos pide que 'respiremos hondo, contemos hasta 10 y entonces, hablemos razonablemente'. elcaminorubi


*Refiriéndose a los síntomas físicos y psíquicos provocados en la fase premenstrual del ciclo. 


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