miércoles, 21 de octubre de 2015

Resignificar

        Muchas veces cuando llego por la noche a mi casa después de estar fuera todo el día, voy a  la cocina y al baño como para constatar que no haya nadie más. Ayer cuando miré detrás de la puerta del baño, me acordé de cuando jugaba a las escondidas con mi abuela. Por un instante me ví en esa habitación, encontrándo a mi abuela detrás de la puerta. Recordé la luz que entraba a través de las cortinas de la habitación, mi campo de visión más por debajo del actual. Me dieron ganas de ir a visitar la casa de mi abuela, para tratar de encontrarla ahí. 
        Me causó gracia que mi mente recordara esa imagen, que borrara la paranoía del miedo actual que significa mirar detrás de la puerta y la suplantara por el juego de las escondidas. Diariamente pienso en mi abuela como mi ángel de la guarda o mi hada y cuando tengo miedo le rezo a ella, confío en su protección.



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