Esos días en que el agua se desborda... como en lo ríos. En las montañas llueve y horas más tarde la corriente baja imparable, revuelta, desbordada...
Para el Tao las mujeres somos agua y los hombres son fuego.
Para todos las lágrimas tienen ese poder sanador. Pueden ser usadas para muchos fines pero, creo yo, que su esencia es la sanación.
Las lágrimas son la expresión de lo que no podemos decir, de lo que nos abruma, que puede ser tristeza o alegría.
Sin embargo a veces es necesario saber parar de llorar. Me conozco y a veces cuando estoy llorando, sé como solucionarlo (no por ser un problema sino para evitar quedarme estancada en ese sentir) con determinada acción, correrme del lugar para sentirme mejor.
La sensibilidad seguirá estando, convivo con ella y mi psiquis procesará a través del sueño y del paso del tiempo lo que necesite. Además hay muchas cosas que no vemos ni comprendemos, que nos atraviesan, que absorvemos del ambiente y todo eso que nos invade eventualmente seguirá su curso, recuperará su caudal habitual.
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