Cubrí la luz roja porque no me gustaba verla en la oscuridad pero sé que sigue ahí, llamándome. Cuando ando en bici, me doy cuenta cuanto me gusta, lo disfruto, que la tengo que usar más seguido, que me hace bien. Pero el hecho de bajarla en el ascensor, abrir la puerta, sostenerla, pasar sin golpearla... me desanima (ay... excusas, excusas...).
Así que ahí está Esmeralda, esperándome fielmente.
"Y así como la bici te conecta, también te libera. Te conecta con vos y con tu alrededor, y te libera de la mente. Conecta el espíritu y libera el pensamiento. Y fluye. Para mí pedalear es una forma de meditación activa. Al fin y al cabo, meditar no es poner la mente en blanco, sino conectar cuerpo y espíritu, estar presente. No es vaciarse, sino llenarse de sentidos". Autora: Mi vida en una mochila
Foto: Nati Bainotti |
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