viernes, 4 de abril de 2014

El ego y otras yerbas

El domingo se hará un asado con el equipo de la oficina, uno de los motivos es la despedida o el cierre de ciclo de la Dirección como la conocemos. 
Me cuesta no meterme en la conversación de cuántas gaseosas, tomates, lechugas, si la ensalada es con zanahoria o cebolla, el ego quiere controlar la situación y hacerse cargo... como un niño pequeño pidiendo caprichosamente que le compren chocolates.

Lo único que dije fue que llevaré huevo duro para ponerle a la ensalada, hacerla más sabrosa y espero que mi hígado esté fortalecido para tomar el vino necesario y disfrutar del almuerzo, ¡ja!


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