jueves, 2 de julio de 2015

Encontrar la magia

(...)Soy muy exigente conmigo misma, me gusta hacer las cosas bien: hacer bien mi trabajo, ser buena amiga, buena hermana, hija, pareja… y cuando fallo en algo…parece que se me va a caer el mundo encima! Como si yo no dejara pasar fallos, tropiezos y torpezas a las personas que quiero, y a las que no. Nadie es perfecto, y ¡menos mal! Pero yo no me permito ser imperfecta. Supongo que en parte es cultural, en parte familiar, y en parte mi forma de ser. Sí, todo junto y revuelto. Y sobre todo, es una de las consecuencias de un sistema patriarcal que nos impulsa a ser “perfectas” para ser aceptadas.

(...)A pesar de los miedos que aún tengo, de si seré capaz de hacerlo bien o no; he decidido que tengo que permitirme meter la pata, hacerlo mal si es que tiene que ser así, y no castigarme por ello. Doy lo máximo de mi cada día en el trabajo, con mi gente, y también tengo que hacerlo conmigo misma. Y en este caso, sería no exigirme tanto, quererme un poquito más y castigarme menos.

(...)Me he alejado de las personas que sólo me quitan energía y estoy con las que si me divierto y me siento querida. Porque me lo merezco y porque no puedo estar siempre “ahí” para quien quiera, tengo derecho a elegir para quién estoy y cuándo. Pero, cómo cuesta hacer eso. A mi, mucho. 

Las rupturas son duras, no sólo con las personas, también con nuestra zona de confort, que tan enganchadas nos tiene y “tan bien” nos cuida. Pero, a veces, conviene salir y encontrar la magia que hay ahí fuera. Sentirla, vivirla y quererte mucho haciéndolo mal; pero viviendo intensamente. Y aprendiendo de una misma, de la persona que tienes al lado, de la(s) ruptura(s)."

Autoras: Ilazki y Amanda para Proyecto-kahlo

Pic: Amanda

No hay comentarios:

Publicar un comentario