Viviendo
en Estados Unidos no puedo evitar comparar esta experiencia con la angustia que
veo
pasar a otras madres ante los pequeños desafíos que la vida les va poniendo a
sus hijos e hijas. Aun la entrada de los niños al kindergarten la planifican
como una arriesgadísima obra de ingeniería maternal, como si se tratara de
criaturas de una fragilidad precaria. Me parece que, sin proponérselo, los
sobreprotegen y no les brindan el espacio necesario para que entren en contacto
con su propia fortaleza y desarrollen la entereza que les sería tan útil en la
vida. Gioconda Belli
No hay comentarios:
Publicar un comentario