Desespero,
cierro los ojos para calmarme.
Me ve, se enoja, pregunta por qué.
Pierdo el eje en unas horas,
saturada y no ha pasado nada.
Familia, esa palabra puede pesar una tonelada.
Silencio, espacio, calma.
Esta noche, sin duda, elijo el estar sola que me regula.
La marea, tardan en calmarse las fuertes olas.
Me observo, ¿aprendo? Sigo.
Continuo en este mar embravecido por la lejana luna.
Incrédula de mis reacciones, sorprendida en mi bravura.
Exagero, dramatizo.
Me repito palabras: aceptación, paciencia.
Continuo.
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