"El Jeremy es ese tío al que estás viendo a menudo, pero no oficialmente, y con el que temes abordar el tema ¿qué somos? por miedo a parecer esa tía desesperada y sin autoconfianza que se imagina con un enorme diamante en el anular, tres niños, dos perros y un gato cada vez que un hombre le roza la mano.
(...)Pero si el amor es un juego, hay que jugar ¿verdad? A ti te gustan los juegos, sobre todo cuando ganas; pero en este juego no ganas nada, tampoco pierdes. O mas bien sí, ganas momentos esporádicos pero maravillosos; un Jeremy tiene la ventaja de hacerte valorar cada minuto en su compañía porque no sabéis cuando os volveréis a ver, aprovecháis más los momentos juntos. Lo malo acontece después, cuando vuelves a tu casa con la sonrisa de tu Jeremy en la mente"
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