Tengo miedo que te escurras entre mis dedos sin que me de cuenta.
A la arena la podés ver deslizarse
pero, ¿con el agua? Desparece tan rápido,
se escurre sin poder retenerla.
No hay nada que pueda hacer,
somos dos mundos y cuando nos juntamos creamos uno sólo, único e irrepetible.
Y que es tan lindo:
lleno de mimos,
de palabras dulces,
de compañía y compatibilidad,
de música y calma,
de risas y debates,
de acostarnos y despertarnos juntos.
Ambos estamos de viaje.
Viajamos por separado y a la vez, acompañándonos.
Ese camino se llena de momentos, de cambios, de preguntas.
Deseo que siempre volvamos a encontrarnos,
para seguir decorando nuestro mundo.
Yo lo pinto de corazones rosas.
Vos le dibujás sonrisas y sonidos.
No me atrevo a poner para siempre
porque es una palabra corta pero muy pesada,
que cristaliza y eso paraliza.
El amor necesita poder respirar, estirarse, para estar vivo.
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