Cuando llegué a casa alrededor de las 10pm, NO estaba agotada como tantos otros días en los que llego más temprano directo del trabajo. Mismo la noche anterior me había acostado tarde y dormí acompañada.
Lo que también ayudó fue el oasis de poder pasar por la casa de mis papás y quedarme haciendo tiempo (jugué con los perros, tomé la merienda, me recosté 20 min.) hasta la hora de volver a salir para la escuela.
Siento que el volver a ver a compañeros/amigos, esperar que llegue el profesor mientras Facu toca la guitarra, la energía del lugar, la apertura hacia el nuevo conocimiento que se acerca, la vibración, el calor humano, el hippismo... hicieron que recupere energía y ganas porque ahí dentro pertenezco.
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