martes, 29 de septiembre de 2015

La Dr. Bella y la Rosa Mágica

Les dejo otro de mis cuentos que escribí para el Taller de producción y análisis de texto. ¡Que lo disfruten!



Bella vive en Buenos Aires. Se levanta  todas las mañanas a las seis y media para llegar a Tribunales cuando hay pocas personas. Le gusta su profesión pero está cansada de la ciudad.
           A su estudio ha llegado una denuncia sobre un robo. Está sentada frente a su escritorio tomando el segundo café del día y empieza a leer la declaración tomada a Alberto Bist. El señor Bist es jardinero. Tiene un invernadero donde crecen orquídeas, rosas, margaritas y jazmines entre otras especies de flores. La mañana del catorce de septiembre, el Sr. Bist escuchó ruidos en su casa y un vidrio que se rompía. Cuando llegó al invernadero vio que le faltaba la Rosa Mágica. Sí, Bella había leído bien. Al parecer la Rosa Mágica era una especie de rosa muy difícil de encontrar. Hacía unos meses la empresa Monsanto se la había querido comprar al Sr. Bist y éste se había negado.


El Sr. Bist le había pedido a la Dra. Bella que lo fuera a ver a su casa ya que él tenía dificultades para trasladarse. Esa tarde Bella fue a visitarlo a su casa en Longchamps. Cuando se abrió la puerta y vio al Sr. Bist por primera vez, se sorprendió al ver un hombre de ojos celestes, mirada amable, más joven de lo que ella pensaba y sentado en una silla de ruedas. Alberto se desenvolvía perfectamente por la casa y le mostró el invernadero. Le explicó que la Rosa lo aliviaba de sus dolores físicos y a futuro quizás podría ayudarlo a volver a caminar. El té que se preparaba con los pétalos debía tomarlo todos los días ya que sin él sus piernas se debilitaban cada vez más. Bella decidió que iría a la sede de Monsanto a llevar la denuncia ya que era el principal sospechoso.


Cuando llegó nadie quiso aceptar la demanda y mientras esperaba una respuesta, la dejaron sola en el hall de entrada. Bella vio una puerta entreabierta que daba a un pasillo largo y al final había otra puerta. La curiosidad pudo más, recorrió el pasillo y cuando quiso abrir la otra puerta apareció un Duende. Bella se sobresaltó con la aparición pero el Duende le dijo que no se asustara, que quería ayudarla ya que sabía para qué había ido.


El Duende le explicó que él era el Guardián de la Rosa y había seguido a su Rosa Mágica hasta ese lugar. Le contó que habían querido extraer las raíces de la Rosa pero vieron que no tenía, sólo la sostenía una simple vara recta que continuaba conformando el tallo. Intentaron cortar un pedazo del tallo y vieron que era hueco por dentro. Quisieron sacarle un pétalo pero ni bien lo tenían en la mano se pulverizaba. Todas las personas que habían estado en contacto con la rosa tenían una rocha grande en la punta de la narizya nadie quería tocarla.
Finalmente al ver que no avanzaban, decidieron deshacerse de ella. El Duende le dio a Bella la bolsa donde estaba la Rosa ya que debía volver a su dueño. 

FIN


viernes, 25 de septiembre de 2015

Primavera

¿Quién florecerá por tí?

¿Cuándo mostrarás todo el amor que llevás dentro?

¿Cómo mirarás el cielo? Acostada boca arriba sobre el pasto.

¿Amarás tu presencia?



Regalo de Viernes


 Primavera te estoy esparando. Asomate pronto por favor...


martes, 22 de septiembre de 2015

El campo



"Yo apenas fui a la escuela, cada vez que tengo que rellenar un documento tengo que pedir ayuda, pero sé hacer algo fundamental, sé producir la comida, a eso no me gana nadie. Cuando hablaban de la ciudad, de la industria, de todo lo que se producía, yo me quedaba pensando. Al final llegaba a la conclusión de que ellos eran los que ganaban dinero, sí, pero con el hierro no se come, se come con lo que se hace en el pueblo. Siempre me he preguntado por qué la gente respeta un puesto de trabajo en la ciudad y no en el pueblo. En el pueblo soy yo, tengo más independencia, mas libertad y eso hay que valorarlo también." - 

 Para leer la nota completa pueden entar acá: pikaramagazine


Yo tengo un balcón muy ventoso con algunas plantas. Este invierno se secó la planta de Orégano, anteriormente se murió una planta que daba una flores rojas chiquitas y este fin de semana, descubrí que la Lavanda con sus hojitas aterciopeladas estaba tan gris también por la falta de agua. Una pena... pero es consecuencia de lo poco que las regué este invierno y la falta de antención y cuidado. Además en algún momento del otoño las estaba ahogando de tanta agua y después me fui para el otro lado. Arriba de la heladera tengo un potus que fue sacando hojitas, lo amo, me encanta ver como una hoja nueva se separa de su tallo. Así que esa es mi conexión con la naturaleza y el amor y el cuidado que soy capaz de darle.