Si recuerdo que las 7 horas dentro de una oficina forman parte de la libertad que me brinda un espacio donde los límites y los ritmos los creo yo misma... generando, por momentos, una contradicción interna...
Reinventámdome, reinvetando un mismo espacio, tomándolo como lo que es, lo que me deja ser, lo que me dejo ser...
En educación especial nos decían que el niñ@ necesita de una organización, una rutina, porque así se siente contenid@, segur@... de lo contrario, puede desesperarse... considero que esa premisa se aplica de igual manera a mi vida...
Quizás el secreto esté en la armonía metal, espiritual, corporal... donde confluyen la rutina con la creatividad, la imaginación, los días nublados y de lluvia, con la ventana abierta para que entren los rayos de sol, las sonrisas...
Volviendo a la rutina, salud@s amig@bloggers
No hay comentarios:
Publicar un comentario