jueves, 19 de noviembre de 2015

Devoluciones

          Un tema fundamental en mi horario de trabajo es el silencio. La voz constante de una de mis compañeras, que tiene una forma de hablar ansiosa y rápida, es una muy buena representación del ego... que habla y habla, no puede parar, esa constante, esa repetición. A la vez me avergüenza dedicar un post a una persona para criticarla. Es que es una voz tan invasiva que me es díficil abstraerme, lo cual quizás sea peor porque le doy aún más energía.
         
         Me levanté rara, me acosté a la una y media porque hoy entro a trabajar al mediodía . Escuché la lluvia de la madrugada, no recuerdo qué soñé. Me costó salir de casa, quizás a causa de la lluvia. Ayer me dormí medio enojada y desmotivada porque un profesor me hizo una acertada devolución sobre una cumbia que escribí y no termina de sonar en clase (después de 3 semanas de que nadie la toque). Una compañera, también ariana, me dijo: "sí, me di cuenta que estabas desmotivada. Se quiere hacer en un día, lo que no se hizo en todo el año de clases". El obejtivo es que mi cumbia suene para poder mostrarla en la muestra de fin de año.



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