sábado, 17 de agosto de 2019

Podar

La primera vez su padre mató sin pensarlo y sin pena, la hermosa planta "flor española". Daba flores todo el año, sin esfuerzo, en ese constante vivir de las plantas alegres de sol y vida. Y el ogro con su ira irracional, la destrozó; lo hizo a consciencia porque había nacido un gajo nuevo de esa planta.
Ella que la regaba a diario y veía sus florecillas de variados colores que pasar por el amarillo y el rosa, se agusticio y la lágrimas brotaban sin cesar de su rosto. Le pidió al padre que le dijera donde estaba la planta madre para poder salvarla, pero con lágrimas en los ojos se enteró de que no era posible.

¿Que significaba esa planta para ella? ¿un refugio de belleza? El símbolo de la fuerza y el poder florecer con el clima que le toque. Una planta tan hermosa, que no estaba enferma. Porque su padre deja que las plantas estén enfermas con hongos de distintios tipos y argumenta que no le hacen nada a la planta; cuando es como si estuvieran permamentemente refriadas. Ella intenta cuidarlas lo mejor posible aunque no pueda terminar de hechar a las pestes pero se ocupa de regarlas.

Y hoy después de ver a la planta hija "flor española" soportar con gracia este arduo invierno, se encuentra que la ha podado... dejó a la vista una rama frágil y lastimada. Ella se enojo y ese enojo lo tiene alojado en el corazón. Escribe palabras para descubrir el por qué. Todavía no lo encuentra.

Piensa en lo que debe simbolizar, que se destroce una planta madre para dar lugar a la siguiente generación. Hoy no escribe con claridad, se le entremezclan la impotencia, el apego, y el enojo.

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