viernes, 11 de diciembre de 2015

Aceptar la investidura

              Como metáfora, la investidura es símbolo de una “alteración de hábitos”: el individuo acepta resignar su vida personal a favor de cumplir un servicio a la vida social. El “cambio de ropa” (o “de nombre”) como transformación de la identidad. Simboliza la entrega a una vida que tiene su centro “en algo más importante y trascendente que yo mismo”. Aceptar la investidura implica, por lo tanto, un acto de generosa humildad: mis actos ya no se orientan a confirmar mi imagen personal, sino a cumplir con el rol que represento en la comunidad.

Para leer el post completo ir a Alejandro Lodi

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